Thu. Apr 25th, 2024

Aunque comprensiblemente parece un poco anticuado en la actualidad (personalmente me hizo cosquillas la breve aparición del equipo de CD-ROM, por ejemplo), “Jurassic Park” es una película emocionante que ocupa bien su lugar en la historia del cine. Puede que esté un poco menos entusiasmado que antes, pero la película todavía tiene su propia maravilla e imaginación a diferencia de las olvidables secuelas que siguieron. Y aunque puede que no sea una de las mejores obras de Spielberg, merece ser considerada como un clásico.

“Jurassic Park” cumple con su premisa sin ser demasiado seria, y cumple magníficamente lo que promete. Sí, todos sabíamos que íbamos a ver dinosaurios antes de entrar al teatro en ese momento, pero no pudimos evitar admirar su serie de impresionantes vistas, incluido un braquiosaurio gigante a la hora del almuerzo, y nos identificamos completamente con lo que sienten los personajes. frente a estas increíbles vistas. Ahora sé que, como viejos primos de las aves, muchos dinosaurios podrían haber sido más peludos de lo que imaginábamos, pero la película todavía me recuerda lo entusiasmado que estaba con los dinosaurios al igual que muchos niños que memorizan con entusiasmo esos nombres largos de varios dinosaurios.

Spielberg y su equipo utilizaron efectivamente CGI como otra nueva herramienta disponible para ellos junto con los tipos más antiguos de efectos especiales. El CGI en la película se mezcla hábilmente con modelos de acción en vivo para crear ilusiones muy creíbles en la pantalla, y el resultado es más distintivo y palpable que los espectáculos anodinos que solemos tener durante la temporada de éxitos de taquilla de verano en la actualidad. Si bien CGI permitió una mayor libertad cinética para los dinosaurios en la película, los efectos especiales más tradicionales también fueron cruciales para que se vieran y se sintieran como animales vivos. Por eso esa escena de encuentro íntimo con un Brachiosaurus, que dependía mucho de la animatrónica, tiene el mismo peso que la majestuosa escena de introducción CGI de Brachiosaurus a la vista.

Stan Winston, Dennis Murren, Phil Tippett y Michael Lantieri recibieron merecidamente un Oscar a los mejores efectos especiales por su trabajo, y la película también ganó dos premios Oscar por su mezcla y edición de sonido. Probablemente nunca descubriremos cómo sonaban realmente los dinosaurios, pero el departamento de sonido hizo un muy buen trabajo al hacer que los efectos de sonido de la criatura fueran plausibles y creíbles. Además, la partitura de John Williams realza soberbiamente muchas vistas asombrosas de la película, y es una pena que no haya sido nominada al Oscar junto con su igualmente memorable partitura para la gran película de Spielberg “La lista de Schindler” (1993), que, junto con “Jurassic Park” ha sido el mejor doblete en la larga e ilustre carrera de Spielberg.

By Sandra Winters

Writer | Author | Wordsmith Passionate about crafting stories that captivate and inspire. Published author of [Book Title]. Dedicated to exploring the depths of human emotions and experiences through the power of words. Join me on this literary journey as we delve into the realms of imagination and uncover the beauty of storytelling.