Mon. Dec 2nd, 2024


White Rabbit Red Rabbit, de Nassim Soleimanpour, no es una obra cualquiera. De hecho, el término “obra” se utiliza aquí de forma imprecisa; quizá sea mejor describirla como un experimento teatral. Cada noche, un nuevo actor sube al escenario, interpretando un guión que nunca antes ha visto o leído. Lo que se desarrolla es una mezcla de filosofía, psicología y una prueba de los límites del teatro. Es importante subrayar que la obra que yo he visto puede ser muy distinta de la que usted vaya a ver. Para que un actor pueda interpretar este texto teatral, no puede haber visto antes la…

Valoración



Buena

Un fascinante experimento teatral que pone patas arriba la obra tradicional.

Nassim Soleimanpour‘s Conejo Blanco Conejo Rojo no es una obra cualquiera. De hecho, el término “obra” se utiliza aquí de forma imprecisa; quizá sea mejor describirla como un experimento teatral. Cada noche, un nuevo actor sube al escenario, interpretando un guión que nunca antes ha visto o leído. Lo que se desarrolla es una mezcla de filosofía, psicología y una prueba de los límites del teatro.

Es importante subrayar que la obra que yo he visto puede ser muy distinta de la que veas tú. Para que un actor pueda interpretar este texto teatral, no puede haber visto previamente la obra, ni el guión, ni tener ningún conocimiento de lo que ocurre. La innovación y la espontaneidad son primordiales en las acciones que se desarrollan, y tanto el actor como el público toman decisiones críticas que dan forma a la acción.

Sin arruinar la trama (aunque de todos modos me resultaría difícil explicarlo), Conejo Blanco Conejo Rojo nos sitúa en Irán, donde Soleimanpour escribió la obra, incapaz de salir del país. Escrita hace sólo 14 años, su contexto es siempre cambiante dado el actual clima mundial. Imagínese un experimento de Darren Brown y un Black Mirror episodio mezclados entre sí. Muy inclinada hacia temas de obediencia y control, la obra plantea muchas preguntas filosóficas: ¿Hasta qué punto se ceñirá el intérprete al guión? ¿Seguirán también las instrucciones los espectadores? ¿Cuánto control tenemos realmente sobre la vida y la muerte?

A diferencia de la mayoría de las demás obras, el director creativo Becky Hartnup saluda primero al público, explicando las reglas del espectáculo y advirtiéndonos del oscuro material que está a punto de desplegarse. Y sí, esta obra se vuelve muy oscura e inquietante, aunque hay momentos de comedia y frases ingeniosas que alivian parte de la creciente tensión. La conexión entre público e intérprete crea un ambiente en el que todos compartimos la angustia de que se desvele el misterio de la obra.

La noche que asistí, James Burgess apareció en el escenario, ligeramente nervioso pero lleno de energía. Su ingenio es cautivador y su ritmo cómico sobresaliente, ofreciendo momentos fuera de guión que compartían el sentimiento de “¿Qué demonios está pasando?” de gran parte del público. La participación del público es fundamental en la representación (una pesadilla para nosotros, los introvertidos), pero resulta demasiado frecuente e interrumpe a menudo el desarrollo de la acción.

La escenografía es mínima y se beneficiaría de una mayor sensación de inmersión. El propio actor incluso se burló de la escalera pintada en dos dimensiones que hace de Conejo blanco, conejo rojo La escena parece más cómica que psicológica. Del mismo modo, en el teatro tradicional, el público se sienta de cara al actor, mientras que una disposición circular de los asientos alrededor del actor quizá tendría más impacto.

Aunque el texto en sí es interesante, plagado de metáforas y líneas autorreferenciales que interrogan tanto al escritor como al intérprete, en la práctica resulta decepcionante y sobrecargado, ya que se basa en gran medida en el factor sorpresa y la provocación. Dicho esto, se trata de una premisa fascinante que merece la pena ver sólo por la experiencia de la intriga y lo desconocido.


Una producción de Questors en asociación con Aurora Nova

Escrita por: Nassim Soleimanpour

Dirección creativa de: Becky Hartnup

Escenografía de: Gareth Williams

Diseño de iluminación y sonido por: James Connor

Fotografía/ Videografía por: Robert Bass

Producción de vídeo por: Finn Hartnup Williams

Conejo rojo Conejo blanco juega en el Teatro Questors hasta el sábado 2 de noviembre. Más información y reservas aquí.



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By Jonathan Jonathan

Jonathan Mosqueda es un destacado editor de noticias sobre celebridades deportivas en un periódico español. Con su profundo conocimiento y pasión por el mundo del deporte, ha estado al frente de la cobertura informativa relacionada con deportistas famosos. Su capacidad para captar los detalles más relevantes y su estilo dinámico lo han convertido en una figura influyente en el periodismo deportivo de celebridades. https://www.facebook.com/gerardonunezpy96