Escribí “You Can Be Mean” sobre una breve experiencia tóxica que tuve con un modelo manipulador y abusivo de Los Ángeles. Aunque breve, tuvo un impacto de por vida en mi comprensión de mí mismo. Antes de esa experiencia, tenía un historial de ponerme en situaciones tóxicas y suspirar por la validación de personas que me trataban mal. Estaba atrapada en la ilusión de que podía ayudar a las personas abusivas a superar su trauma y enseñarles a amarme como me lo merecía.
Escribí esta canción cuando finalmente me di cuenta de que podía elegir no permitir comportamientos dañinos en mi vida, y que hay una gran importancia en proteger el cuerpo y el espíritu. Dejé de preocuparme por la validación de los imbéciles, dejé de pensar que era mi responsabilidad ayudarlos y comencé a cuidarme de una manera real. Una vez que hice ese cambio en mi psique, comencé a manifestar personas verdaderamente amorosas, seguras, amables y comunicativas en mi vida. Ser amado como merezco comienza por amarme a mí mismo como merezco. Los límites son tan importantes. El cuerpo es algo sagrado y frágil y merece cada onza de cuidado.