Thu. Mar 28th, 2024

Ambientada durante 1996 en los suburbios canadienses de Calgary, la hermandad de Tegan y Sara Quin (las creadoras de TikTok convertidas en actrices Railey y Seazynn Gilliland) se encuentra en un punto de inflexión elevado. Su familia, incluida su madre Simone (una Cobie Smulders sensacionalmente poderosa) y su novio Patrick (Kyle Bornheimer) se están adaptando a su nueva casa en Calgary, a kilómetros de distancia de la ciudad natal de las hermanas. Mientras espera un año escolar inminente, Tegan comienza a sentirse excluida de las reuniones grupales con su hermana y su amiga Phoebe (Olivia Rouyre), con quien Sara tiene una relación romántica secreta, sin que todos lo sepan. Después de que una pelea entre hermanas resulte en que Sara tenga un moretón en la cara, las hermanas comienzan su nuevo año en una nueva escuela secundaria más separadas que nunca. Luego, las dos se aventuran al décimo grado, donde las hermanas navegan individualmente por nuevas amistades, despertares queer, fiestas de la escuela secundaria y, lo más importante, entre ellas.

Muchas series de biodrama musical aceleran el arco de la pobreza a la riqueza de una historia, dejando poca sustancia de la importancia de la humanidad del artista. Pero las showrunners Laura Kittrell y Clea Duvall, quienes también dirigieron seis de los ocho episodios de la primera temporada, brindan ingenio para dar vida a los años formativos del dúo. La serie adopta un enfoque basado en la vida cotidiana similar a “Freaks and Geeks”, recorriendo la delgada línea entre el drama impulsado por los personajes con su conjunto pasando por el típico drama adolescente, mientras crea una atmósfera auténtica que encapsula la época. “High School” logra de manera refrescante ser una pieza de época de los 90 donde Green Day y Smashing Pumpkins dominaron la escena alternativa sin sentirse como un ejercicio complaciente de nostalgia a través de lentes color de rosa.

La rotunda actualidad del programa surge de cómo las hermanas sortean este obstáculo particular en sus vidas, como inocentes adolescentes angustiadas. Las verdades al mostrar la ansiedad de Tegan y Sara permiten a los espectadores resonar con el yo formativo del músico: tratan de hacer nuevos amigos, discuten entre ellos, experimentan un sutil pánico queer cuando albergan un nuevo enamoramiento y se escabullen a una fiesta y se drogan.

De manera similar al material original, los episodios se dividen en capítulos que rotan entre las perspectivas de los gemelos sobre los eventos que enfrentan individualmente durante su año escolar. La lente de DuVall mantiene al espectador íntimamente cerca de su sujeto mientras personaliza su estilo de vida. Es una elección de estructura ambiciosa que puede parecer un poco rebuscada, pero el impulso perdura consistentemente al expandir ese mundo más allá de las hermanas. Varios capítulos episódicos divergen de los puntos de vista de la hermana y se enfocan en Simone, Patrick, sus amigos o sus amores. Los teleplays episódicos mantienen un realismo constante que no se desvía hacia el territorio melodramático, una bendición dado que la adolescencia es el momento de la vida con mayor carga melodramática.

By Sandra Winters

Writer | Author | Wordsmith Passionate about crafting stories that captivate and inspire. Published author of [Book Title]. Dedicated to exploring the depths of human emotions and experiences through the power of words. Join me on this literary journey as we delve into the realms of imagination and uncover the beauty of storytelling.