Sarah Almagro, de 23 años, entrena con su entrenador Javier Donoso, durante el Adaptive Surfing Open LPA Surf City, Las Palmas, Gran Canaria, España, 11 de junio de 2023. REUTERS/Borja Suárez
LAS PALMAS DE GRAN CANARIA – Cuando Sarah Almagro tenía 18 años sufrió una meningitis meningocócica y los cirujanos tuvieron que amputarle las manos y los pies. Sus sueños de convertirse en surfista parecían frustrados.
Pero solo tres años después, participó en el Campeonato Mundial de Para Surfing en los Estados Unidos y terminó en segundo lugar.
“Tenía cuatro prótesis y una de plata alrededor del cuello. Es algo que nunca me hubiera imaginado después de todo lo que pasó. La gente nunca debería tirar la toalla”, dijo a Reuters.
Almagro estuvo entre los competidores que tomaron parte este sábado en el campeonato Open LPA Surf City 2023 en la Playa de las Canteras de Gran Canaria. Llegó primero en su grupo.
El surf adaptado se refiere al surf donde las personas con discapacidad adaptan sus técnicas y equipos para poder practicar el deporte.
“No me gusta que la gente sea categorizada. Somos personas. Necesito ayuda. No valgo menos que tú”, dijo Almagro.
La joven de 23 años de Málaga en España comenzó a surfear cuando tenía cinco años.
Lejos de las playas, estudia derecho y también da charlas inspiradoras sobre sus experiencias. Almagro tuvo que recibir un trasplante de riñón de su padre a causa de una meningitis.
El surf no formará parte de los Juegos Paralímpicos del próximo año en París, pero Almagro espera que sea elegido como deporte para los Juegos a partir de 2028.
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