7.RAN
El personaje contiene grandes paradojas, pero no son las paradojas de la juventud; brotan de un largo hábito. Lear tiene la arrogancia de un gran poder, sostenido por mucho tiempo. Tiene un amplio conocimiento del mundo. Sin embargo, es curiosamente inocente cuando se trata de sus propios hijos; él piensa que no pueden hacer nada malo, se puede confiar en ellos para llevar a cabo sus planes. Al final, cuando sus sueños se han roto, el personaje tiene la calidad conmovedora de una inocencia infantil que puede ver el aliento en los labios sellados para siempre y puede soñar con una existencia más allá de las crueldades del hombre. Jugar a Lear no es un ejercicio técnico. Me pregunto si puede hacerlo un hombre que no haya tenido grandes decepciones y largas noches oscuras del alma. Kurosawa ha vivido esos malos momentos. Aquí está uno de los más grandes directores de todos los tiempos, pasado de moda en su propio país, sufriendo de depresión, casi ciego. Preparó esta película durante 10 años, dibujando cientos de bocetos que mostraban cada toma, casi sin esperar que alguna vez se encontrara el dinero para permitirle hacer la película.
6. ENCUENTROS DEL ARCA PERDIDA
“Raiders of the Lost Ark” es una experiencia extracorpórea, una película de imaginación gloriosa y velocidad vertiginosa que te atrapa en la primera toma, te lanza a través de una serie de aventuras increíbles y te vuelve a colocar en la realidad dos horas después. — sin aliento, mareado, agotado y con una sonrisa tonta en la cara. Esta película celebra las historias que pasamos nuestra adolescencia buscando en las revistas de aventuras pulp, en las novelas de Edgar Rice Burroughs, en los cómics, incluso en las películas. Solía haber una revista llamada Thrilling Wonder Stories, y cada toma de “Raiders of the Lost Ark” parece una de sus portadas. Es el tipo de película en la que el héroe se levanta de la cama preguntándose qué atrevidas hazañas y asombrosas amenazas que desafían a la muerte y que cuelgan del acantilado tendrá que sobrevivir en los próximos diez segundos.
5. MI CENA CON ANDRE
La idea es asombrosa por su audacia: una película de dos amigos hablando, simplemente hablando, pero con pasión, ingenio, escándalo, fantasía, visión, esperanza y desesperación, durante 110 minutos. Suena al principio como una de esas películas clandestinas de la década de 1960, en las que la gran duración y el contenido mínimo interactuaban de alguna manera en los cerebros de la audiencia para dar la impresión de profundidad profunda, aunque de alguna manera esquiva. “Mi cena con Andre” no es así. No usa todas esas palabras como un truco. Están vivos en la pantalla, respirando, palpitando, recordándonos las interminables y apasionadas conversaciones que hemos tenido con esos pocos amigos con los que vale la pena hablar durante horas y horas. Debajo de todas las demás cosas fascinantes de esta película late la marea de la amistad, de dos personas con un interés genuino el uno en el otro.