Novak Djokovic dijo que su triunfo en Wimbledon le dio un impulso de confianza muy necesario durante una temporada difícil y sentó las bases para un buen final de año.
Djokovic fue deportado de Australia antes del primer Grand Slam del año en enero por no haber sido vacunado contra el COVID-19. Luego, el serbio luchó para alcanzar su mejor forma y solo comenzó a mostrar destellos de su mejor nivel al final de la temporada de arcilla.
Luego, el jugador de 35 años venció al australiano Nick Kyrgios en la final de Wimbledon para llevarse su 21ra corona de Grand Slam antes de ganar trofeos en Tel Aviv y Astana y llegar a Francia preparado para defender su título del Masters de París esta semana.
“La primera parte del año con todo lo que sucedió en Australia, me sentí desafiado, mucho emocionalmente, mentalmente fuera de la cancha y estaba afectando mi juego”, dijo Djokovic.
“Estaba encontrando mi camino hacia ese nivel deseado y eso sucedió hacia el final de la temporada de arcilla. Wimbledon siempre llega en el momento adecuado de mi carrera. Cuando necesito ese gran impulso de confianza y un gran título, Wimbledon siempre está ahí”.
Djokovic ha ganado el título de París seis veces, incluidas sus últimas dos apariciones en 2019 y 2021, y dijo que regresar siempre le trae buenos recuerdos.
“A este nivel es importante tener buenas sensaciones en la cancha y un buen recuerdo de llegar a un lugar donde lo has hecho bien, porque el tenis es un juego de márgenes finos que deciden quién se lleva la victoria en el partido. agregó.
“A menudo, cómo te sientes mentalmente, si estás luchando con tus demonios internos de una manera buena o mala, afecta el resultado final. Aquí siempre me sentí bien”.
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