Sun. Apr 28th, 2024

“Criaturas de Dios”

El hijo pródigo, por así decirlo, regresa a su pueblo irlandés costero de cultivo de ostras después de pasar años en el extranjero en Australia. Él es Brian O’Hara (Paul Mescal), un joven aparentemente amable y seductor al que el pueblo le da la bienvenida con los brazos abiertos en su pintoresca iglesia y en su cacofónico pub. La madre de Brian, Aileen (Emily Watson), trabaja en la planta de ostras local. A ella le gusta tenerlo en la casa otra vez. Es decir, hasta que las autoridades locales acusan a Brian de agredir sexualmente a una mujer local llamada Aisling (Sarah Murphy). Emily se ve atrapada entre apoyar a su hijo y defender a su posible víctima.

A diferencia de la alegórica película de terror de Alex Garland destinada a interrogar al patriarcado y la misoginia, “God’s Creatures”, de las codirectoras Saela Davis y Anna Rose Holmer, no se basa en provocaciones intensas, sino en giros sutiles y matizados. La película analiza deliberadamente cómo la religión, la industria y el implacable deseo de una cultura de excusar el comportamiento tóxico de los hombres influye en esta comunidad aislada.

Si bien cada sabor del viento frío y apático y cada superficie húmeda se pueden sentir en la precisión táctil de “God’s Creatures”, los mayores atractivos son sus actuaciones perceptivas. El cinetismo interno de Watson, visto en todos los rincones de su rostro y cuerpo, capturado por cineastas que no temen un primer plano, proporciona el punto de apoyo dramático de este dilema moral. Murphy logra lo máximo con su tiempo de pantalla estéril, ofreciendo a la narrativa puntuaciones agudas e inolvidables. Pero Mescal, en un año en el que ya se quedó estupefacto en el doloroso drama sobre la mayoría de edad de Charlotte Wells “Aftersun”, es perfecto en un papel que comprende cómo los abusadores rara vez son una cosa o la otra, rara vez un interruptor. de amable a amenazante. Existen aterradoramente, abiertamente, con un amplio apoyo patriarcal, como amigos y enemigos.

“Réplica”

Desde el contundente “Riotsville, USA” de Sierra Pettengill hasta el thriller de espías “Nalvany” de Daniel Roher, 2022 ha sido un año magnífico para los documentales cargados de política. Una que lamentablemente ha pasado desapercibida es la vigorizantemente íntima “Aftershock” de la codirectora Tonya Lewis Lee y Paula Eiselt.

La película toma nota del riesgo real que experimentan las futuras madres negras en el sistema hospitalario estadounidense al destacar las desgarradoras muertes de Shamony Gibson y Amber Isaac. Estas dos mujeres de la ciudad de Nueva York murieron por complicaciones relacionadas con el parto, dejando atrás a sus hijos y seres queridos. Sus cónyuges y el resto de la familia ahora lideran la lucha, con la esperanza de reformar los hábitos peligrosamente prejuiciosos de los profesionales médicos que ignoran el dolor de las mujeres negras.

By Sandra Winters

Writer | Author | Wordsmith Passionate about crafting stories that captivate and inspire. Published author of [Book Title]. Dedicated to exploring the depths of human emotions and experiences through the power of words. Join me on this literary journey as we delve into the realms of imagination and uncover the beauty of storytelling.