Vinicius Junior denunció este domingo un presunto acto racista de la seguridad del estadio dirigido a uno de sus empleados antes del amistoso entre Brasil y Guinea en Barcelona.
La Seleção vistió camisetas negras en la victoria por 4-1 en el estadio del Espanyol el sábado por la noche, para protestar contra la discriminación racial después de que el extremo del Real Madrid Vinicius fuera abusado por hinchas del Valencia, lo que provocó la indignación mundial en mayo. Fue uno de varios incidentes en los que Vinicius sufrió abusos raciales en España.
“Mientras jugaba con la ya histórica camiseta negra y me emocionaba, mi amigo fue humillado y burlado en la entrada del estadio”, escribió Vinicius en Twitter la madrugada del domingo.
“El trato fue triste… para hacer público todo, pregunto a los responsables: ¿dónde están las imágenes de las cámaras de seguridad?”.
Durante un allanamiento a la entrada del estadio, un guardia de seguridad presuntamente abusó del amigo y asesor de Vinicius, Felipe Silveira, de 27 años.
“Manos arriba, esta es mi pistola para ustedes”, se le acusa de decir, mientras se saca un plátano del bolsillo, según un extracto de la denuncia presentada por el amigo del jugador, publicada por el sitio web de noticias brasileño Globo Esporte.
Silveira y otros tres miembros del personal de Vinicius se quejaron y llamaron a la policía al lugar, agregó el sitio web brasileño.
Imágenes difundidas por el canal brasileño SporTV muestran acalorados intercambios entre los amigos del jugador y el personal en el estadio.
El guardia y la empresa de seguridad negaron las acusaciones, informaron medios brasileños.
La Federación Brasileña de Fútbol (CBF) dijo que tomó medidas tan pronto como tuvo conocimiento de la denuncia y pidió a la policía y a los organizadores de los partidos que “brinden todo su apoyo y protección a otra víctima del racismo, un crimen que debe ser combatido”. con vehemencia e implacablemente”.
“Hoy, una vez más, otro criminal ha sido expuesto públicamente”, dijo el presidente de la CBF, Ednaldo Rodrigues.
Vinicius, de 22 años, ha sido víctima de abusos racistas en muchas ocasiones en las últimas dos temporadas.
Brasil decidió que el amistoso era una buena oportunidad para contraatacar ya que el partido se disputaba en suelo español.
En un movimiento poderoso, Brasil abandonó sus icónicas camisetas amarillas y verdes y, en cambio, se vistió con una franja completamente negra en una posición contra el racismo durante la primera mitad del juego.
La Confederación Brasileña de Fútbol estuvo detrás del gesto acompañado del lema “Com racismo nao tem jogo” (Con racismo no hay juego).
El propio Vinicius, vestido con la camiseta número 10, entró en el marcador con un penalti en el minuto 88, esta vez vestido con los colores habituales de Brasil.
A principios de semana, las federaciones de fútbol española y brasileña presentaron su plan para un partido amistoso en el Santiago Bernabéu en marzo de 2024 para combatir el racismo tras la indignación mundial por el abuso de Vinicius.
El organismo rector del fútbol mundial, la FIFA, también anunció planes para crear un grupo de trabajo contra el racismo en el que Vinicius tendría un “papel destacado”.
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